Silenia

Antonio Altarriba

  LOS PADRES DE SILVIA ESTABAN SIEMPRE EN LAS NUBES. Las recorrían, las atravesaban, volaban por encima de ellas e incluso las acariciaban sacando la mano por la ventanilla.  Cuando regresaban a tierra, tenían la impresión de estar enredados en unos filamentos húmedos y luminosos que envolvían su cuerpo en un agradable halo de frescor y hacían brillar su rostro con una sonrisa. Su mayor placer consistía...