Mirar alrededor

Lara Nuñez-Castelo

  Érase una vez una ventana… Érase una vez el mar. Érase una vez los azules, y érase una vez los ocres, también. Érase la melancolía, y con ella, Érase la calma. Érase la mujer, solitaria, enigmática, con historia de algo perdido en el camino, o no encontrado, y, Érase la mirada, que no cruzada con los demás se convierte en un Érase la soledad, a pesar de la compañía, o precisamente por ella. Érase la inquietud, contradictoria apariencia rodeada...